miércoles, 21 de octubre de 2015

7° Encuentro Nacional de Poesía Max Rojas 2014. Primera entrega.

A poco más de un año, hacemos la primera entrega. El día viernes 18 de Julio de 2014, en la Galería de arte V&S, se inauguró el 7° Encuentro Nacional de Poesía Max Rojas Ciudad de México 2014, con la atenta colaboración de los poetas que esa tarde brindaron al público parte de su obra: Adriana Tafoya, Jorge Aguilera, Érick Salgado, Marcela Romn y Fernando Salazar Torres.
Como parte fundamental del encuentro, cada año buscamos gente que se sume no sólo como participante, también como personas que brindan su espacio– galería, centro cultural, casa de cultura, bar, café- para la difusión de la cultura y la poesía. Este año fue el caso de la Galery V&S, quienes no sólo dispusieron el espacio, sino la buena voluntad y las bebidas espirituosas.
Otro aspecto importante en este encuentro, es la apertura a gente joven, a poetas que empiezan a construir una obra, una poética. A propósito de esto, una vez platicando con Max Rojas, recuerdo que puso mucho énfasis en este sentido: el encuentro debía albergar a poetas jóvenes, pues Max Rojas, y lo sabemos todos los que lo conocimos, se sentía mejor entre esos poetas que, muchas veces, con gente de su generación. Tal fue el caso de Érick Salgado, quien hizo el esfuerzo de venir desde su natal Guerrero hasta las calurosas tardes frías llenas de sol y lluvia del D.F. A esta lectura, se sumó la presencia y poesía de Marcela Romn, a quien fue grato conocer este año y que su sola amistad es prueba ineludible de que el encuentro Max Rojas cumple su papel principal - más allá de mafias literarias, corruptelas baratas o intereses muchas veces oscuros que viven con nuestros impuestos- : unir gente, comenzar amistades: si he conocido a lo largo de mi vida literaria a un poeta cuya obra hable bien y fuerte de él, pero que sobre todo sea una persona que se brinda y celebra todo acto libertario y poético, sin cabida para la soberbia y la pose artística, este fue Max Rojas.
Este día también trajo consigo una agradable sorpresa: descubrir una obra poética atractiva y sólida como la del poeta Fernando Salazar Torres; encuentro posible gracias a las mesas de lectura de este festival. Y bueno, como cada año, desde el inicio de este festival, una voz que ha ido ganando peso en el ambiente literario, no sólo por su labor editorial, sino por su aporte literario: Adriana Tafoya, a quien este festival, se debe decir, mucho debe. Por otra parte, el “Max Rojas”, como los poetas le comienzan a decir, también sirve de pretexto y de invento para celebrar amistades y recuentros, tal es el caso del poeta Jorge Aguilera, compañero de generación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y quien ese año sacaba a la luz su primer poemario: Glosar Rupestre.
Pero también la tarde sirvió para la plática, la poesía, la bebida y la amistad. Sin embargo, una presencia comenzaba alejarse de nosotros; pero no su voluntad, su obra, su legado. Esta noche que escribo estas líneas, sólo puedo tener unas palabras para ese brillante hombre, y brindo por él en esta noche no como el gran poeta que es, sino como el amigo que conocí una noche en el legendario tugurio “El león Dorado”, entre mujeres, vodka, cerveza, tequila y amigos: ¡Salud a Max Rojas y larga vida al encuentro! Gustavo Alatorre, Ciudad de México, octubre de 2015.

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